La llamada Dieta Sensorial es un programa individualizado de actividades o de modificaciones ambientales que ayudan al niño con trastornos sensoriales a tener un mejor desempeño en los ambientes en los que interactúa: en casa, en el colegio, en el parque, en la supermercado, o hasta con su misma ropa, si le es cómoda o no.
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